Pasado mañana vuelvo a Israel a pasar 1 mes de vacaciones con las niñas, para estar con mi marido, que sigue trabajando allí. Ya estoy preparando el equipaje; tomate frito, embutido, queso, fregona, medicinas… como siempre llenaré las 4 maletas hasta arriba.
Hace mucho calor, y tenía ganas de comer algo rápido de picoteo, así que me he preparado una ensalada y unas burekas de queso, para ambientarme.
Hace un año que volví y desde entonces he cocinado muchos platos que aprendí allí, y que pienso probar otra vez para seguir mejorando y aprendiendo. Tengo ganas de volver al mercado del Carmel, al de especias, volver a Jerusalén…
He dejado varias recetas preparadas estas semanas para poder seguir compartiendo recetas contigo estas semanas. Allí no me resulta sencillo hacer fotos de mis platos, entre otras cosas, porque cuano llegue no sé ni si tendré platos.
Igual tardo unos días en organizar mi ex-piso, las niñas, el wifi, así que puedo tardar algún día más que de costumbre en publicar recetas, pero lo que sí prometo es hacer muchas fotos y compartirlas en Instagram, donde me puedes buscar como @puestoma2tazas.
Las burekas son unos pastelitos salados crujientes que pueden llevar varios tipos de relleno. Se consumen como aperitivo y snack entre horas en muchos países de Oriente Medio. Yo las conocí en Israel y me aficioné a ellas, porque además, son muy sencillas de preparar.
Se venden en panaderías, en locales exclusivos de burekas, en puestos callejeros y en la sección de congelados de los supermercados. Son muy comunes en estos países.
Su origen se remonta a Asia, donde originalmente se preparaban fritas. Cuando los turcos de asia central se asentaron en la actual Turquía, las importaron y evolucionaron a las burekas horneadas.
Ingredientes para 16 burekas de queso:
- 1 plancha de hojaldre refrigerado o congelado
- 100 g de queso ricotta o requesón
- 100 g de queso feta
- 1 huevo
- semillas de sésamo, amapola o de nigella sátiva
Elaboración:
- Si utilizas hojaldre congelado, descongélalo según las instrucciones del paquete y estíralo sobre papel de hornear.
- Si utilizas hojaldre fresco, estíralo sobre el papel de hornear.
- Prepara el relleno mezclando el queso feta desmenuzado a mano o con un tenedor y el ricotta.
- Corta cuadrados de hojaldre de unos 10×10 cm o del tamaño que prefieras. Yo ajusté el tamaño un poco al tamaño de la plancha de hojaldre.
- Bate el huevo y pincela los dos lados de una esquina con el huevo.
- Pon una cucharadita de relleno en el centro de los cuadraditos de masa y sella la masa de forma que la esquina que tiene huevo caiga sobre otra sin huevo.
- Presiona con los dedos en cada lateral y luego con un tenedor, para evitar que salga el relleno. Sepáralas unos 3 cm entre sí en la bandeja de horno para que al hornear y crecer, no se junten unas con otras.
- Pincela las burekas con el huevo restante y espolvorea por encima las semillas que te apetezcan.
- Refrigera unos 15-20 minutos para que estén firmes y el hojaldre quede crujiente y no grasiento.
- Precalienta el horno a 220 ºC.
- Hornea entre 15-20 minutos, hasta que veas que se doran por encima.
- Si se sale algo de relleno durante el horneado, puedes volver a meter el relleno por el mismo agujero. A mí se me salió un poco de relleno de 4 burekas.
- Deja enfriar un poco sobre una rejilla, aunque a mí me gusta servirlas calientes.
Consejos y notas:
- Como ves, las burekas de queso son muy fáciles de hacer. Esta es una opción, pero se puede preparar con otras mezclas de quesos y con rellenos totalmente diferentes como berenjena, espinacas… que seguro que haré en breve.
- Se pueden preparar con pasta filo en lugar de hojaldre, pero tengo que decir que la gran mayoría que he probado, son con hojaldre.
- Si puedes conseguir nigela sátiva (las semillas negras que ves en las fotos de las burekas), pruébalas, merece la pena el toque de sabor que les da, y si no, utiliza sésamo o semillas de amapola.
- Cuando se preparan como aperitivo o snack, se suelen hacer pequeñas, pero puedes prepararlas rectangulares más grandes. Quiero hacer también unas en las que la masa se enrolla que son bastante más grandes.
- Si las preparas con hojaldre refrigerado, puedes rellenarlas y congelarlas para cuando las necesites, hornearlas directamente.
Y tú, conocías las burekas? Con qué relleno las prepararías?
Deliciosa receta y fácil de hacer, estupenda para el verano que apetece poco cocinar con el calor. Ideal para llevar de excursión o la playa.
Que te vayan muy bien las vacaciones Carmen y disfrutar mucho todos.
Besitos
Muchas gracias, Lourdes! Sí están buenas, y después de haber probado las originales este verano otra vez, me animaré a hacerlas más veces en casa. Son muy sencillas
Besos!
Nunca las he probado pero tengo ganas, las conocí a través de uno de los libros de Claudia Roden.
Que disfrutes mucho de Israel y la familia, te seguiré por instagram
Un abrazo
Gracias! las vacaciones han ido muy bien.
Es verdad que también las he visto en los libros de Claudia Roden, tengo que probar algunos de sus rellenos
Un abrazo!
Tienen una pinta estupenda y además son muy fáciles de hacer.
Disfruta de tu familia y de ese maravilloso país..
Besitos.
Muchas gracias Paloma! he disfrutado las vacaciones allí y aquí. Prueba a hacerlas, es verdad que son muy sencillas de preparar.
Besos!
Una pintaza increíble! me lo apunto! 🙂
Gracias! ya me contarás si las haces
Un saludo
hola Carmen
estupenda receta yo la he preparado varias veces con el relleno de queso feta y de burgos ,tambien las he hecho con relleno de berengena tomate y albahaca,y con espinacas y queso feta son buenisimas las hecho con pasta filo o con una masa casera nunca he probado con hojaldre pero me parece una estupenda idea..
Feliz viaje ,espero tus nuevas publicacines.que suerte poder ir un mes a Israel que envidia.
que lo pases muy bien
Muchas gracias Ana María
Yo las he probado con esos rellenos que dices, espinacas, patata, patata y queso…. Y unas veces con pasta filo y otras de hojaldre, y me gustan todas. Por supuesto haré más con otros rellenos. Son muy sencillas y están riquísimas.
Un saludo!