En otoño apetecen guisos, cremas y platos calentitos, pero también es el momento de hacer ensaladas diferentes con frutas de temporada como la granada.
Este año me ha parecido muy corta la temporada de granadas. Después de dos años en Israel, es normal. Allí la temporada de las granadas es mucho más larga, y aguantan refrigeradas en perfectas condiciones también mucho más tiempo. Y mira que siempre me han gustado, pero este año me han parecido más «insípidas» y mira que son traidas directas de la huerta al plato, pero tengo que reconocer que las de allí tienen algo diferente.
La granada es una fruta muy importante en Israel. Es un símbolo muy utilizado en sus festividades religiosas, sobre todo en Rosh Hashaná (año nuevo judío) y muchas portadas de libros de cocina israelí y judía tienen unas fotos preciosas de granadas.
De hecho se convirtió en uno de los hobbys de mi marido y mío; fotografiar granadas en los mercados, en los puestos ambulantes de zumos… solas, en grupo, es que tenían un color tan intenso y eran tan perfectas…
Estas fotos son del mercado Machme Yehuda de Jerusalén, uno de mis favoritos del país.
Y de Jerusalén también son los dos autores del libro del que he cogido esta receta; Yotam Ottolenghi y Sami Tamini. «Jerusalem» es uno de mis libros de cocina favoritos por las recetas, por las explicaciones y por las fotos, y ahora además porque me recuerda a esa ciudad tan especial.
Ingredientes:
- 1 cabeza de coliflor separada en ramilletes pequeños (unos 660 g)
- 5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 tallo grandre de apio cortado en diagonal en trozos de 1/2 cm aprox.
- 30 g de avellanas con piel (yo las prefiero sin después de probar las dos versiones)
- 10 g de hojas de perejil fresco
- 50 g de granos de granada (aproximadamente 1/2 granada)
- 1/3 cucharadita de postre de canela molida
- 1/3 cucharadita de postre de pimienta de Jamaica molida
- 1 cucharada de vinagre de Jerez
- 1 cucharada y 1/2 de sirope de arce
- Sal y pimienta negra
Precalienta el horno a 220 ºC.
Mezcla los ramilletes de coliflor con 3 cucharadas de aceite de oliva, 1/2 cucharadita de sal y un poco de pimienta negra y hornea en una bandeja o rustidera en la parte superior del horno entre 25-35 minutos, o hasta que esté ligeramente dorada.
Deja enfriar la coliflor en un recipiente amplio.
Si las avellanas son tostadas, las puedes usar tal cual, pero si no, tuéstalas a 170 ºC durante unos 15 min. Aquí es normal encontrarlas tostadas, pero en Israel, quitando en tiendas especializadas de frutos secos con tostadero, suelen venderlas crudas.
Cuando se enfríen, córtalas en trozos grandes y añadelas a la coliflor junto con el resto de ingredientes.
Mezcla, prueba y ajusta de sal y pimienta a tu gusto. Sirve a temperatura ambiente
ALTERNATIVAS:
- Si no tienes sirope de arce, puedes utilizar en su lugar la misma cantidad de miel con unas gotitas de agua.
- Si no es época de granadas, me encanta esta ensalada con arándanos secos, el contraste de sabor es muy rico y da el mismo colorido a la ensalada
- Si no tienes pimienta de Jamaica, puedes hacer una mezcla de nuez moscada, canela y clavo molido a partes iguales. Realmente la pimienta de Jamaica no es pimienta, no es picante. En inglés se conoce como «allspice» por la mezcla de aromas a la que recuerda.
Esta ensalada es perfecta para acompañar una comida contundente, normalmente la preparo para acompañar gachas migas o algún guiso o asado de carne.
Espero que te haya gustado la receta, si quieres preguntar o comentarme algo, me encanta leer tus comentarios!
Yo llevo la he hecho tres veces en las dos últimas semanas… Me encanta!!!
Yo también, me encanta! y me acuerdo de vosotras cuando la hago.
Besos!