Cada día me gusta más hacer pasta casera, así que hoy te traigo unos linguini con berenjenas y setas que preparé el otro día y estaban deliciosos.
La pasta fresca es algo que cuando no se ha preparado nunca, se le tiene mucho respeto. Pensaba que era algo complicado, y realmente no tiene mucha dificultad. Y es como todo, cuantas más veces la preparas, más sencilla te resulta de preparar.
Hacer la masa no lleva más de 5-10 minutos, más 30 minutos de reposo. Mientras puedes empezar a preparar la salsa o el acompañamiento que elijas. Estirar la pasta y darle la forma deseada son otros 10 minutos, y mientras la dejas secar unos 10 minutos, puedes hervir el agua, poner la mesa, hacer una ensalada y acabar la salsa. Y si no has preparado nunca pasta en casa, seguro que el sabor te sorprenderá.
Esta receta es el resultado de abrir el frigorífico, encontrarme que tenía muchas berenjenas, que quería hacer pasta para comer y vi como podía combinarlas, y tengo que decir que estaba deliciosa. Buena pasta con buena verdura no pueden combinar nada mal.
Ingredientes para preparar la pasta fresca:
- 4 huevos L
- 440 g de harina para pasta «00» o harina de fuerza, y un poco más para espolvorear la mesa
Ingredientes para preparar 4 raciones de linguine con berenjena y setas:
- 1 berenjena grande o 2 medianas
- 1 bote de tomate troceado mediano
- un bote de setas en conserva, congeladas o frescas, según la disponibilidad que tengas
- 1 cucharadita de albahaca seca
- media cucharadita de azúcar
- sal al gusto
- un poco de pimienta
- un trozo de queso parmesano
- unas ramitas de albahaca fresca para decorar.
Elaboración:
- Si haces la masa a mano, haz un volcán con la harina en la superficie de trabajo y añade los huevos en el centro. Con una rasqueta ve mezclando hasta que lo tengas todo integrado y luego amasa unos minutos hasta que la masa esté suave y sedosa. La masa no debe quedar ni muy pegajosa ni demasiado dura. Si fuese el caso, corrige con una cucharada de aceite de oliva o de harina, según sea necesario.
- Si haces la masa en la amasadora o robot de cocina, amasa los huevos con la harina hasta tener una masa homogénea. Luego pon la masa en la superficie de trabajo ligeramente enharinada y termina de amasar un poco para que la masa quede lisa y sedosa.
- Envuelve la masa en un papel film y deja reposar unos 30 minutos.
- En este punto puedes cortar la berenjena en dados de unos 2 cm de lado y ponerla en un cuenco grande con agua y sal, para que no amargue.
- Divide la masa en 4 ó 5 partes, saca una y deja envueltas el resto.
- Enharina la superficie de trabajo y estira la primera porción de masa con el rodillo.
- Pasa la masa por la máquina de pasta en el máximo grosor que permita y sigue pasándola, bajando cada vez el grosor de la masa, número a número, hasta que tengas la pasta lo más fina posible. Enharínala un poco.
- A continuación puedes pasarla por el accesorio de corte más estrecho, el de los linguini y deja secar la pasta cortada en la puerta de un armario, en una percha limpia o en un secador de pasta, mucho más cómodo y limpio.
- Repite el proceso con el resto de porciones de masa y déjala secar toda unos 10-15 minutos.
- Mientras puedes preparar el sofrito de berenjenas y tomate. Fríe la berenjena escurrida en una sartén con 3 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio unos 10 minutos, para que quede tierna.
- Añade el tomate triturado, el azúcar, sal y albahaca seca y sofríe unos 8-10 minutos más.
- Yo utilicé setas en conserva, y las añadí al final de la cocción del tomate para que simplemente se calentaran. Si la haces con setas frescas o congeladas, saltéalas un par de minutos en una sartén con una cucharada de aceite caliente y añádelas al final de la cocción del tomate. Reserva la salsa aparte.
- Mientras terminas la salsa de tomate, pon a hervir una olla de agua con un poco de sal y unas gotas de aceite. Cuando el agua esté en ebullición, añade la pasta y cuece unos 2-3 minutos hasta que esté al dente.
- Cuela la pasta y pon encima el sofrito de berenjenas, setas y tomate con una hoja de albahaca.
- Sirve la pasta con el sofrito, ralla un poco de queso parmesano por encima y coloca un par de ramitas de albahaca fresca.


Consejos y notas:
- Si no quieres hacer la pasta fresca en casa, puedes comprarla, pero te animo a que pruebes, porque el sabor y la textura es totalmente diferente. Es más sabrosa, merece la pena probarla y no es complicado.
- Puedes hacer la pasta con un grosor diferente, añadir otras verduras… pero si la haces en casa, te garantizo que el resultado será mucho mejor. Y como más veces la haces, más fácil te resulta y más te apetece seguir haciendo.
- Puedes ver los tagliatelle al azafrán que preparé hace poco, donde tienes fotos más detalladas del proceso, aunque te prometo pronto un paso a paso con fotos de principio a fin del proceso.
Y tú, te animas a preparar pasta casera? Con qué tipo de acompañamiento te gusta más? Te gustaría que hiciese alguna receta de pasta en concreto?
Maravillosa pinta tiene esooo, supongo que de sabor también no digamos!!! voy a probar.
Ah! y quería preguntarte porque tengo la curiosidad de saber dónde has comprado esos cubiertos de madera que parecen de madera de olivo, son preciosos, así como todos los complementos que pones en tus fotos
¡enhorabuena artista!
Muchas gracias, Ana María
La verdad es que sí estaba riquísima. Me encanta hacer pasta fresca en casa.
Los cubiertos de madera los compré en Belén, cuando vivía en Israel, allí hacen mucha artesanía de madera de olivo.
El resto de cosas depende. Los platos son de una tienda que vende platos sueltos de La Cartuja y el resto de cosas de mercadillos de segunda mano.
Un saludo